lunes, 1 de noviembre de 2010

PACHELBEL: CANON

Una de las obras más famosas del barroco, quizás la que más versiones ha merecido (y sufrido) de la historia de la música. No sólo vale como ejemplo de Canon, sino que también sirve para analizar la forma "Tema con variaciones" y el recurso típicamente barroco del "Basso ostinato", el bajo repetido.

Observad cómo empieza con ocho notas enunciadas de dos en dos, con la segunda de cada pareja descendiendo con respecto a la anterior; pero al llegar a la última, la nota asciende en lugar de bajar, de modo que la serie no termina en cadencia conclusiva sino que nos prepara para un nuevo comienzo del ciclo.

Una vez repetido ese tema varias veces por los violonchelos y luego, ligeramante modificado, por los violines, estos inician las variaciones, que se van alejando cada vez más del original, mientras la figura de ocho notas del Bajo se mantiene todo el tiempo.
Si os asomáis a la sección de música Pop de este mismo Blog encontraréis unas cuantas canciones basadas en esta obra (véase "El canon de Pachelbel camuflado")


PURCELL: Música para el funeral de la Reina Mary

Esta versión no está muy de acuerdo con el contexto original de la obra (hay que imaginarse la solemnidad de la Corte Real de Inglaterra en lugar de esa especie de soledad conventual que vemos aquí), pero tiene la ventaja de que se aprecian bien los instrumentos (tres trompetas de distinta tesitura y un sacabuches). Así podréis comentar mejor las funciones atribuidas por el compositor a las dos secciones orquestales que intervienen, los metales y la percusión. Los intérpretes pertenecen al grupo "Baroque Brass of London", de lo mejor que hay en interpretación con instrumentos barrocos originales.

HAENDEL: O LORD, WHOSE MERCIES NUMBERLESS (SAUL)

Puede decirse que la voz de contratenor no es "natural" en el sentido de que no se produce mediante el mecanismo normal con el que las cuerdas vocales masculinas emiten el sonido, sino que se logra con una técnica especial (el falsete) verdaderamente difícil. Sólo unos pocos alcanzan el dominio técnico suficiente para cantar en esa tesitura con potencia, amplitud de registro, control de la afinación y agilidad. Pero cuando un contratenor es realmente artista consigue que lo que normalmente nos parecería antinatural se convierta en sobrenatural.
Un buen ejemplo podría ser esta impresionante aria del oratorio "Saúl", de Haendel. Recordemos que la mayoría de los oratorios de este compositor no eran simples ceremonias religiosas, sino historias del Antiguo Testamento (y también de la mitología clásica) llevadas a la sala de conciertos e incluso a los teatros, pero sin representación escénica. Por eso se aprecia en ellos la misma vena dramática que en las óperas.
En este caso se trata de una plegaria entonada por David ante el rey Saúl con intención de calmar los terribles celos que sufre éste. Es un texto sencillo y un tanto tópico, pero expresado con una música realmente admirable: sobre un simple acompañamiento en 3/4 acentuado regularmente (6 corcheas por compás articuladas de dos en dos) se va elevando una melodía de carácter doliente cuyas inflexiones evolucionan cargadas de emoción.

O Lord, whose mercies numberless 

Señor, cuyos incontables actos de clemencia     

 O’er all thy works prevail: 

destacan sobre todas tus obras:

Though daily man Thy law transgress, 
Aunque el hombre quebranta a diario tu ley,

 Thy patience cannot fail. 
tu paciencia no puede fallar.

 If yet his sin be not too great, 
si su pecado no es demasiado grande

 The busy fiend control; 
somete al incansable diablo;

Yet longer for repentance wait, 
espera aún a que se arrepienta

And heal his wounded soul 
y cura su alma herida.

HAENDEL: SAÚL. Director: Christopher Moulds. David (contratenor): Jake Arditti. Saúl: Florian Bösch.  


Aquí añadimos una versión de estudio perteneciente al gran contratenor Andreas Scholl; en las entradas asociadas de Youtube podéis comparar su versión con otras igualmente grandes de los contratenores Paul Eswood y David Daniels.


(Para los interesados en la voz de falsete dejo aquí un enlace con un ejemplo de su uso en música pop, un estilo que no requiere tanto dominio técnico porque en este tipo de canción no hay que sostener y prolongar las notas.
The Bee Gees "Stayin' Alive"http://www.youtube.com/watch?v=I_izvAbhExY&ob=av2e )

HAENDEL: O THOU THAT TELLEST (EL MESÍAS)

Uno de los números más conocidos del más célebre oratorio de Haendel, "El Mesías". Es una suerte que podamos contar con esta versión, que además de incluir subtítulos en español es excelente desde todos los puntos de vista, y puede servirnos muy bien para recordar algunos rasgos de la música vocal barroca:

- La típica división Recitativo-Aria, aquí muy claramente diferenciados (el primero ocupa los primeros 28 segundos).

- La imitación de la línea vocal por parte de la orquesta.

- Las variaciones que introduce la cantante en la repetición del tema (a partir del minuto 1'53).

- La gran importancia del coro en la música sacra. Aquí se incorpora en el minuto 4'12; primero entran las cuatro voces (o "cuerdas") escalonadamente (en forma "fugada"), para coincidir después (4'28) en la palabra "Arise" (levantáos), que queda así nítidamente subrayada; desde ese momento se mantiene el acoplamiento rítmico gloriosamente hasta el final.

CONTRALTO
O thou that tellest good tiding to Zion,
get thee up into the high mountain,
o thou that tellest good tidings to Zion,
get thee up into the high mountain,
get thee up into the high mountain,

O thou that tellest good tiding to Jerusarem,
Lift up thy voice with strength, lift up, be not afraid,
say unto the cities of Judah,
say unto the cities of Judah:
Be hold your God, be hold your God!
Say unto the cities of
Judah:
Be hold your God, be hold your God, be hold your God!

O thou that tellest good tidings to Zion,
arise, shine, for thy light is come,
arise, arise, arise, shine, for thy light come,
and the glory of the Lord,
the glory of the Lord is risen, is risen upon thee, is risen, is risen upon thee,
the glory, the glory, the glory of the Lord is riseen upon thee.

CORO
O thou that tellest good tidings to Zion,
good tidings to Jerusalem,
O thou that tellest good tidings to Zion,
good tidings to
Zion, arise, arise,
Say unto the cities of
Judah; Behold your God,
behold, the glory of the Lord is risen upon thee.
O thou that tellest good tidings to Zion,
say unto the cities of
Judah:
Behold, behold, the glory of the Lord,
of the Lord, the glory of the Lord is risen upon thee.


HAENDEL: What passion cannot music raise and quell? (Oda a Sta. Cecilia)

Ya sabéis que Santa Cecilia es la patrona de la Música (aunque los compositores y poetas siempre han preferido, como es lógico, a Orfeo) y por eso ha sido la destinataria de numerosos himnos y odas, algunas tan destacadas como la de Purcell o la de Haendel. A esta última pertenece la espléndida aria que traemos aquí, con acompañamiento e introducción de violonchelo. El título, "¿Qué pasión no es capaz de suscitar y apaciguar la Música?", refleja muy bien el concepto que se tenía en la época barroca sobre el arte de los sonidos: había toda una "teoría de los afectos" que atribuía a la música la capacidad de inducir en el oyente una determinada emoción.

Por una vez hemos roto la costumbre de elegir una versión interpretada en directo; se pueden encontrar algunas pero son bastante mediocres, en absoluto comparables con la que suena aquí.

Oda a Sta. Cecilia (John Dryden)

What passion cannot Music raise and quell!
¡Qué pasión no podrá la Música suscitar o aplacar!
When Jubal struck the chorded shell,
Cuando Jubal tocó la lira [1]
His list’ning brethren stood around,
sus hermanos al escucharlo se quedaron en torno a él
And wond’ring, on their faces fell,
maravillados, y se tendieron sobre sus rostros
To worship that celestial sound.
para adorar el celestial sonido.

Less than a god they thought there could not dwell
Pensaron que no podría ser menos que un dios quien habitara
Within the hollow of that shell,
en la cavidad de aquel instrumento
That spoke so sweetly and so well.
que tan dulce y gratamente se expresaba
What passion cannot Music raise and quell!
¡Qué pasión no es capaz de suscitar y aplacar la música!


[1] Chorded shell: concha o caparazón con cuerdas. Alude al mítico origen de la lira, inventada por Hermes al encontrar el caparazón de una tortuga vacío y tensar sobre él unas cuerdas.


HAENDEL: Waft her, angels, through the skies (Jephtha)

Esta aria sublime de Haendel pertenece al último de sus oratorios, "Jephtha", escrito mientras iba perdiendo gradualmente la vista. Uno no sabe si admirar más la belleza de la melodía o el acompañamiento de la cuerda, que juega a imitar con variaciones el tema de la voz a la vez que lo acuna en un vaivén continuo que sugiere magistralmente el movimiento ondulante expresado en el primer verso.

Estupenda versión de John Mark Ainsley, una lección de canto natural, con la expresividad justa y con un legato perfecto.

JEPHTHA

Waft her, angels, through the skies,
Mecedla, ángeles, a través de los cielos 
Far above yon azure plain,
muy por encima de la llanura celeste
Glorious there, like you, to rise,
para que se eleve allí gloriosa, como vosotros
There, like you, for ever reign.
y reine allí, como vosotros, para siempre

HAENDEL: O Sleep (Sémele)

Seguramente recordaréis el mito de Sémele, sus amores adúlteros con Zeus y la cruel venganza que urde contra ella la esposa del dios, Hera. Sobre ese tema tiene Haendel una ópera en inglés, de la cual escuchamos esta aria en la que la protagonista invoca al dios del sueño pidiéndole el retorno de su amante; lo interesante del texto es que ella misma es consciente de que su relación amorosa tiene mucho de espejismo: "engáñame de nuevo". De este modo se entrelazan los dos sentidos de la palabra sueño que nuestra lengua incorpora bajo el mismo término: el sueño como estado de inconsciencia (Sleep) y el sueño como invención de la mente dormida (Dream).
La perdición de Sémele aparece en el libreto de William Congreve como una consecuencia de su ambición, pues no conforme con ser amante de Zeus (Júpiter en esta versión) se propone sustituir a su esposa en el Olimpo, pretensión que será utilizada por Juno para provocar astutamente el final de su rival a manos de su propio amante. La moraleja resulta ejemplar, y recuerda mucho a una famosa frase que Oscar Wilde escribiría un siglo y medio después en su comedia "Un marido ideal": "Cuando los dioses desean castigarnos nos conceden nuestros deseos" (When the gods wish to punish us, they answer our prayers). 
La orquestación es tan simple como eficaz, casi se podría hablar de dúo para violonchelo y voz con acompañamiento de clave. Aquí tenemos dos grabaciones en directo.

O Sleep, why dost thou leave me,
Oh Sueño, ¿por qué me abandonas?
Why thy visionary joys remove? 
¿Por qué me privas de tus ilusorios placeres?
O Sleep, again deceive me,
Oh Sueño, engáñame de nuevo,
To my arms restore my wand'ring love!
devuelve a mis brazos mi vagabundo amor.